El poder del pensamiento

"Se nos ha concedido el don de los dioses: creamos nuestra realidad de acuerdo con nuestras creencias. Nuestra es la energía creadora que hace el mundo. No hay límites para el yo, fuera de los que uno cree que existen".
                                                               Jane Robe.

Si una persona piensa que la aventura de estar vivo es maravillosa, encontrará cada día una maravilla en ella; si en cambio, piensa que está en este mundo para sufrir, sólo encontrará tristeza y dolor.
Cabe entonces preguntar: ¿cómo es posible que el pensamiento, algo tan etéreo y sutil, influya directamente en la realidad?
Pues bien, primero existe el pensamiento y luego, sus resultados. En cada objeto y ser de la naturaleza, existe una inteligencia diseñadora que la ordena para que cada cosa sea lo que tiene que ser. Los sabios ya decían que somos lo que pensamos que somos. El destino de cada hombre está en gran medida marcado por todos los pensamientos, mandatos y expectativas que los padres y maestros que le tocaron en suerte le inculcaron. Su estructura mental también está formada por los valores propios de la cultura que lo rodea. Creemos que pensamos libremente y que somos dueños de nuestros pensamientos, cuando en realidad muy pocas veces analizamos lo que pensamos y por lo general son los pensamientos adquiridos los que nos manejan.
Así, cada vez que analizamos lo que nos sucede en la vida diaria, creemos erróneamente que nuestras experiencias están condicionadas por hechos externos, y a ellos atribuimos los resultados que obtenemos cuando, por el contrario, lo que llamamos "realidad" surge en su mayor parte del conocimiento y de nuestra interpretación de los hechos. Así vemos cómo la información sólo cuando es recibida por una persona se transforma en pensamientos. Todo lo que sucede se origina en pensamientos y sobre todo en las emociones que aparecen unidas a ellos. En cada uno de nosotros reside siempre la posibilidad de cambiar el enfoque, de elegir cuáles serán las emociones que teñirán las acciones de cada día. Al enfrentarnos a los hechos, descubrir las diferentes opciones y elegir la respuesta, hacemos un uso real de nuestra libertad y encontramos un estímulo para nuestra adaptabilidad y creatividad.

"Nuestra visión del mundo es la que crea el mundo. Cambia la visión y cambia el mundo, y con ello nuestra acción sobre él". Marc de Smedt

Extracto del libro: Visualización Creativa by Stella Ianantuoni