
Los cristales son excelentes para tratar los dolores de cabeza. El lapislázuli aliviará rápidamente una migraña. Pero tienes que saber qué causa el dolor de cabeza. Si está causado por el estrés, la amatista, el ámbar o la turquesa situados sobre la ceja lo aliviarán. Pero si está relacionado con la alimentación, lo apropiado será una piedra que relaje el estómago, como la piedra de la luna o el citrino.
Los cristales curan holísticamente. Es decir, operan a todos los niveles del ser: físico, emocional, mental y espiritual. Realinean las energías sutiles y disuelven la alteración llegando a su causa raíz. Los cristales funcionan por vibración, reequilibrando la envoltura biomagnética que rodea e interpenetra el cuerpo físico y activando los puntos de vinculación con los chacras que regulan la estasis vibracional corporal. Volviendo a reequilibrar los chacras es posible mejorar muchos estados característicos de las enfermedades físicas y psicológicas.
Los cristales han estado vinculados con ciertos órganos y partes del cuerpo durante miles de años. Muchas de las conexiones proceden de la astrología tradicional, tanto oriental como occidental.
Extraído del libro: "La Biblia de los Cristales" by Judy Hall