La ciencia de la respiración

Pocas veces pensamos en la relación que existe entre la respiración y la relajación, olvidando que la respiración es el factor más importante del proceso relajador. En nuestras actividades mentales influye el ritmo de nuestra respiración; si aprendemos a controlarla, podremos influir en las actividades de nuestra mente. Es decir, si disminuimos la velocidad de nuestra respiración, conseguiremos que nuestra mente adquiera más tranquilidad y se agite menos. En consecuencia, la relajación se consigue más fácil y naturalmente. Si deseamos vivir en plenitud, deberemos respirar hondamente. La respiración poco profunda, deficiente, nunca produce buena salud, una mente aguda o un espíritu alegre; por el contrario, ocasiona depresión, falta de energía y fatiga crónica.
Sabemos que el oxígeno alimenta y mantiene todas nuestras glándulas y órganos. El corazón y el cerebro, en especial, necesitan una abundante provisión de oxígeno para funcionar en forma debida.
Aunque somos pocos los que relacionamos la respiración con la tensión, esta es la reacción externa a una actitud interna, según lo refleja el sistema nervioso central. Cuando el esfuerzo actúa sobre la mente, esta queda sometida al temor, que a su vez provoca ansiedad, lo que generalmente provoca tensión. Con objeto de contrarrestar la tensión, debemos acondicionar nuestra mente para que no reaccione bajo la presión del esfuerzo. Esto puede conseguirse controlando la respiración, puesto que la mente es la que dirige los sentidos, mientras la respiración, a su vez, controla la mente, o por lo menos influye sobre ella. Todos deseamos saber cómo manejar nuestras tensiones, temores y preocupaciones; cómo conservar la salud y evitar que nuestro cuerpo envejezca prematuramente; cómo desarrollar las habilidades latentes y aumentar nuestras aptitudes, así como nuestros poderes perceptivos; cómo llegar a tener un cerebro perspicaz y buena memoria; cómo ponernos a tono con el ritmo del universo y con las fuerzas cósmicas. Sin embargo, son muy pocas las personas que realmente saben que todo lo anterior se logra mediante el dominio de la respiración.